Las virtudes de nuestros valores vividos
nos hacen HUMANOS, nos enaltecen y se muestran
en el presente continuo.

Prueba de amor y desinterés,
la lealtad es una de las grandes virtudes.

Leal ante todo CONSIGO MISMO, con el pensamiento congruente,
la palabra, la acción
apegada a los valores,
a LA VERDAD y al BIEN UNIVERSAL.
Leal al origen,
a las raíces,
a los principios,
a la familia,
al amigo,
al prójimo.

Lealtad que se respeta
acompaña sin juzgar.

Considerar sólo el bien propio,
utilizar a los otros con ese fin,
el servilismo alberga la traición cobarde
y quebranta la confianza.
El ser no se vende, no se compra,
SER ÍNTEGROS mantenerse ÍNTEGROS
cada hoy…