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CORNEA TI. INTERACCIÓN HUMANA EN EL ARTE DIGITAL

Todas las imágenes: CORNEA TI en Luminale 2014. Proyecto dirigido por el Prof. Klaus Teltenkötter del Master “Spatial communication” en la University of Applied Sciences Mainz. Fotografías de Martina Pipprich.

por Mariana Pérez

EN LA ERA DIGITAL, UN PROYECTO COLABORATIVO ENTRE ESTUDIANTES DE DISEÑO DE INTERIORES Y MÚSICOS NOS RECUERDA QUE LA IMPRONTA DE LA PASIÓN HUMANA SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE EN NUESTROS GESTOS MÁS SIMPLES.

Todas las imágenes: CORNEA TI en Luminale 2014. Proyecto dirigido por el Prof. Klaus Teltenkötter del Master “Spatial communication” en la University of Applied Sciences Mainz. Fotografías de Martina Pipprich.

El despliegue de la obra está asociado a un sinnúmero de factores siempre cambiantes: la impredecible afluencia de gente y los movimientos y sonidos de cada ser humano que habita el espacio.

Iniciaba la década de 1950 cuando un artista y matemático estadounidense, Benjamin F. Laposky, utilizó un osciloscopio –instrumento de visualización para la representación gráfica de señales eléctricas– para crear una serie de imágenes abstractas, sin pensar que esto le haría pasar a la historia como pionero del arte electrónico. Desde entonces, a pasos agigantados se ha develado el inagotable potencial del arte digital, al enfrentarnos a imágenes oníricas y a sonidos sin paralelo en la realidad. Sensores, leds, circuitos y sistemas de grabación y reproducción de audio y video, entre otros medios tecnológicos electrónicos y computarizados, han ido encontrando su lugar en la creación artística, además de desembocar en obras que se nutren de una fructífera intersección de disciplinas. Tal es el caso de Cornea TI.

Se trata de una instalación interactiva, producto de la colaboración entre estudiantes de arquitectura interior de University of Applied Science Mainz y músicos de Frankfurt University of Music and Performing Arts, Ensemble Modern Frankfurt e International Ensemble Modern Academy. El proyecto fue creado para Luminale 2014, la bienal ubicada en Fráncfort que se ha convertido en uno de los más grandes y renombrados festivales de arte lumínico del mundo.

Quienes caminaron por los túneles que conformaban la instalación sintieron que sus condiciones lumínicas, cromáticas y acústicas reaccionaban a su presencia y la de otros visitantes, al transformarse a partir de pasos, movimientos y sonidos. El truco bajo la manga que explica la continua metamorfosis de ese espacio era el siguiente: se construyó una estructura de madera acolchonada con espuma y forrada con más de 600 metros cuadrados de cuero sintético al interior de tres contenedores de carga conectados. Entre las distintas secciones de la estructura se escondieron micrófonos y 60 sensores de movimiento, los cuales enviaban la información a la computadora que controlaba los 1,600 leds responsables de los cambios en la luz y el color de los túneles. Vistos a la distancia, desde la perspectiva de la audiencia, dichos túneles formaban letras que también mutaban constantemente para generar anagramas. Los anagramas de Cornea TI son: reaction, creation, cantorei y care into.

La instalación fue utilizada en diversas ocasiones como escenario interactivo para llevar a cabo eventos de música inmersiva. La fórmula era simple: uno o varios músicos comenzaban a tocar sus instrumentos (trombón, chelo, percusiones y otros más) al interior de los túneles y dejaban que la programación respondiera con nuevos sonidos y transformara inesperadamente las luces y colores del espacio, en una suerte de música visual.

En una obra como Cornea TI, que echa mano de tecnologías electrónicas y/o digitales (audiovisuales, computarizadas, telemáticas) interactivas, lo más importante es la relación dialógica que se establece entre el público usuario y la obra –que será, siempre, una obra abierta. Los creadores ponen las reglas del juego, pero el resultado de la partida ya no depende de ellos. Establecen los parámetros que regularán el “comportamiento” de la obra y a partir de ahí se abre un universo de acciones potenciales que se activan únicamente con la presencia de los visitantes. El despliegue de la obra está asociado a un sinnúmero de factores siempre cambiantes: la impredecible afluencia de gente y los movimientos y sonidos de cada ser humano que habita el espacio. Por ello, en palabras del escritor y docente argentino Diego Levis, “la capacidad artística depende de factores más profundos que la mera disposición de medios tecnológicos”. En última instancia, Cornea TI no trata de aparatos que codifican y decodifican la información, sino de presencia y participación humana, con todo el ímpetu creativo y la vitalidad que ello conlleva. Esto nos recuerda que, sin importar los caminos variados que el arte pueda asumir, la huella de la pasión humana nunca va a estar fuera de la ecuación.

[…] se abre un universo de acciones potenciales que se activan únicamente con la presencia de los visitantes.

Imágenes cortesía del Master “Spatial communication” en la University of Applied Sciences Mainz. 
www.ia-mainz.de

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Mariana Pérez es historiadora del arte y trabaja en proyectos de educación artística y cultural.

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