fbpx

Conoce estos alimentos que cambiarán tu vida

por Sol Sigal

Con tantas opciones de alimentación a veces es difícil tomar decisiones correctas. El conocimiento nutricional puede ser tu gran aliado en este tema para estar mejor informado sobre lo que consumes y darle a tu cuerpo lo que necesita.

Tener la necesidad de alimentarnos todos los días (y varias veces) no necesariamente quiere decir que sepamos cómo hacerlo.

La información sobre comida, alimentación y dietas que hoy por hoy está al alcance de todos es demasiada. No necesariamente toda es correcta, al contrario, estamos expuestos a mitos, pasiones y fanatismos que intentan modificar nuestra manera de pensar y actuar.

La única manera de defendernos contra este bombardeo es buscar información con base científica, en medios de comunicación serios y profesionales y poner en práctica criterios estrictos de selección para decidir qué de lo que leemos nos sirve y qué no.

Tomes la decisión que tomes, hay algunos alimentos que no deben faltar en tu dieta, ricos en nutrientes y que ayudan a tener mejor salud, al mismo tiempo que previenen enfermedades. Recuerda que una dieta correcta no sólo ayuda a curar enfermedades, sino que las previene.

Cítricos. En este grupo de frutas se incluye la naranja, la mandarina, el limón, la toronja y la lima. Son una excelente fuente de vitamina C y de aceites esenciales, flavonoides y limonoides que les confieren propiedades antioxidantes. Son antiinflamatorios y ayudan a sintetizar colágeno, esencial para la formación de huesos, piel y cabello. Además, ayudan a mejorar los síntomas de gripa y resfriados y a la absorción de hierro.

Frutos rojos. Las fresas, los arándanos, las zarzamoras, las moras azules, las cerezas y las grosellas, entre otros, son los encargados de mejorar nuestra salud. Llenos de flavonoides, sustancias antioxidantes, atacan los radicales libres que van oxidando nuestro cuerpo y lo hacen enfermar y envejecer de manera prematura. Son fuente de ácido fólico, fibra, vitaminas y minerales.

Verduras verde oscuro. Por su aporte de fibra y hierro son aliadas para mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmune. El hierro, mineral difícil de adquirir en la dieta, es de los componentes principales en la espinaca, el berro, la acelga, el kale o la berza y el brócoli. Aportan clorofila, que ayuda a oxigenar y limpiar la sangre, además de magnesio y potasio.

Ajo. Con propiedades medicinales derivadas de los aminoácidos que contiene, el ajo ayuda a mejorar la circulación sanguínea y previene la formación de coágulos. Es un antibiótico natural, mejora los procesos gripales y la tos, ayuda a eliminar líquidos y ácido úrico y fortalece el sistema inmune en general.

Maíz y amaranto. ¡De México para el mundo! Con su alto contenido de carbohidratos, estos cereales, en todas sus presentaciones, son un ingrediente indispensable en la dieta de los mexicanos (y debería serlo en el mundo). Aportan fibra, vitaminas del complejo B, minerales y no contienen gluten. Así que ya sea en tortillas, elote o palomitas, en alegrías o solos, el maíz y el amaranto deben estar presentes en la mesa.

Quinua. De los cereales (se le considera un pseudocereal) es el que más proteína contiene. Aporta hidratos de carbono y fibra, además de vitaminas y minerales. Muy versátil en su preparación y uso, la quinua es antiinflamatoria y rica en omega 3, que se asocia a la salud cardiovascular.

Leguminosas. Además de los insectos, las leguminosas (frijol, haba, garbanzo, chícharo, soya, lenteja) son la comida del futuro. Por su balance perfecto entre proteína y carbohidrato constituyen un tiempo de comida perfecto. ¿Quieres mejorarlas aún más? Combínalas con cualquier cereal (tortilla, pan, pasta, entre otros) para que el cuerpo pueda sintetizar proteína de buena calidad. Aportan una importante cantidad de fibra, no tienen grasa, y dan una sensación de saciedad por más tiempo.

Pescados de agua fría. Además de ser una tradicional fuente de proteína, los pescados de agua fría son altos en grasa que contiene omega 3 de cadena larga (EPA y DHA), un ácido graso esencial (que el cuerpo no produce y debe ser consumido). Estudios recientes lo han asociado a una mejor salud en general, ya que previene el cáncer, limpia las arterias y mejora el sistema nervioso. Así que dale la bienvenida en tu menú al salmón, al arenque, la trucha, la tilapia, la sardina y el róbalo.

Semillas. El cacahuate, la almendra, la nuez, la avellana, el pistache, las pepitas de calabaza y el girasol, la chía, la linaza y el ajonjolí son sinónimo de salud. Con su alto contenido de grasas buenas, aumentan los niveles de HDL (colesterol bueno) en la sangre. Aportan fibra, proteína, vitaminas liposolubles, sobre todo E y minerales como calcio y fósforo. Son indispensables para la salud del cerebro, la piel, el control de la glucosa y la digestión.

Aceite de oliva y aguacate. Son las mejores grasas para completar tus platillos. Llenos de vitamina E, el antioxidante principal, ayudan a mantener la salud cardiovascular y proteger contra algunos tipos de cáncer. Aumentan el colesterol bueno y reducen los daños que ocasionan los radicales libres. Dan sensación de saciedad y pueden ayudar al control de peso siempre que se modere la porción de consumo.

Jengibre. La raíz o el tubérculo que todos debemos consumir. Tiene propiedades desinflamatorias y su consumo se ha asociado con la regeneración de cartílagos, tendones y ligamentos. Se ha usado tradicionalmente para mejorar los síntomas de resfriados, dolores artríticos, reumatoides, menstruales y migrañas, así como para malestar gastrointestinal.

[…] una dieta correcta no sólo ayuda a curar enfermedades, sino que las previene.

Té verde. Éste es el antioxidante por excelencia. Se le han adjudicado muchas propiedades entre las que encontramos la pérdida de peso, el fortalecimiento del sistema inmune, la prevención de ciertos tipos de cáncer y las mejoras en la salud dental, entre otras. Lo que es un hecho es que es una buena fuente de catequinas e isoflavonas que ayudan a prevenir el envejecimiento y mejorar la salud cardiovascular.

Chocolate negro o cacao. Además de ser un antioxidante más, éste tiene proteína y magnesio (mineral esencial que ayuda a huesos, músculos y nervios, al sistema inmune y a la regulación de glucosa en sangre). Por su contenido de teobromina (sustancia similar a la cafeína) estimula el sistema nervioso central por más tiempo, pero con efecto más suave. Además, por si fuera poco, la anandamida que contiene funciona como antidepresivo.

[mpc_divider preset="preset_0" width="30" content_type="icon" content_padding_divider="true" content_padding_top="0" content_padding_right="10" content_padding_bottom="0" content_padding_left="10" content_padding_css="padding-top:0px;padding-right:10px;padding-bottom:0px;padding-left:10px;" icon="eti eti_pencil" icon_color="#c7dddd" icon_size="24" lines_color="#c7dddd" lines_weight="2"]

Sol Sigal es Licenciada en comunicación y en nutrición. Cree en la orientación alimentaria y su filosofía es “que sea la última vez que vuelves a empezar”. Deportista, mamá y profesionista intensa. Bloguera, podcastera y generadora de contenidos. Síguela en @solsigal o en solsigal.com

Deja un comentario

error: Contenido protegido !!